Las autoridades noruegas han suspendido las labores de búsqueda de los 15 marineros del carguero Rocknes que permanecían desaparecidos desde que ayer se hundiera el buque por causas aún desconocidas. Los desaparecidos, unidos a los tres cadáveres que fueron rescatados ayer, dejan un balance de 18 muertos tras el suceso.
El hundimiento se produjo ayer a unos cien metros de la costa oeste de Noruega, cerca de la localidad Bjoroy. La tripulación del carguero estaba integrada por 30 personas: 24 filipinos, tres holandeses, dos noruegos y un alemán. Ayer, 12 personas fueron rescatadas con vida y se recuperaron tres cadáveres, mientras que se intentaba localizar a otras 15 personas, todas ellas de nacionalidad filipina. El Rocknes, de 166 metros de eslora y 28,11 toneladas de peso, se dirigía a Emden (Alemania) con un cargamento de rocas cuando ocurrió el accidente.
"Es incomprensible que algo así pueda pasar con un barco tan moderno, con toda la maquinaria que uno puedo imaginarse hoy día", ha dicho el presidente de la compañía propietaria del barco, Jebsen Management AS, Atle Jebsen. Los supervivientes aseguran que el carguero chocó contra el fondo antes de darse la vuelta. Algunos testigos observaron brechas en el barco por las que entraba agua.