Los ocho soldados británicos detenidos ayer por Irán a bordo de tres patrulleras en aguas iraníes están custodiados en un lugar secreto y serán llevados ante la justicia por haber entrado ilegalmente en sus aguas territoriales, según ha informado hoy la cadena de televisión iraní en árabe Al Alam.
"Serán acusados por la justicia por haber entrado ilegalmente en las aguas territoriales iraníes; estaban un kilómetro dentro de las aguas iraníes", ha explicado esta cadena vía satélite estatal, citando fuentes militares iraníes. Los ocho miembros de la Royal Navy han reconocido que se encontraban en aguas territoriales iraníes cuando fueron detenidos, según la cadena. El ejercito iraní les apresó cuando navegaban por Chat el Arab, el brazo de mar que se forma en la desembocadura de los río Tigris y Eúfrates y que hace de controvertida frontera entre Irak e Irán. La parte iraquí está bajo control británico desde que EE UU y Reino Unido invadieron Irak.
A la espera de un desenlace rápido
El ministro británico de exteriores, Jack Straw ha hablado hoy por teléfono con su homólogo Kamal Jarazi para interesarse por la suerte de los soldados, según ha informado un diplomático británico sin dar más detalles sobre el contenido de la conversación. "Esperamos un desenlace rápido", han fuentes militares.
Además el embajador de Irán en Londres, Morteza Sarmadi, ha sido convocado por el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido para dar explicaciones sobre la detención de los ocho militares. Sarmadi se ha entrevistado con un alto funcionario de Exteriores, que le pidió la liberación de los arrestados "tan pronto como sea posible", ha confirmado el Foreign Office en un comunicado divulgado en Londres.
Según fuentes diplomáticas británicas citadas por la cadena BBC,las autoridades iraníes han negado hasta ahora a los representantes consulares británicos en Teherán acceso a los detenidos, pese a que fue requerido nada más confirmarse la noticia de su arresto.
Un portavoz militar iraquí explicó ayer que los detenidos podrían ser puestos en libertad en un breve espacio de tiempo si se confirmaba que los británicos se encontraban en las aguas por error. "Las fuerzas navales iraníes han actuado de acuerdo a sus obligaciones legales, confiscando los navíos y arrestando a la tripulación", dijo.
Este conflicto puede enrarecer todavía más las relaciones bilaterales entre Teherán y Londres, tensas un las últimas semanas por las críticas del gobierno británico al iraní por las trabas puestas a los inspectores del programa nuclear de la República Islámica.