Irán ha anunciado hoy que posee misiles con un alcance de 2.000 kilómetros, lo que supone un radio de acción que incluye a Israel, la bestia negra de la República Islámica. El anuncio lo ha hecho el ex presidente iraní Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, un auténtico poder en la sombra, que ha lanzado además una advertencia: "Los expertos saben que un país que ha dado semejante paso tiene posibilidades de dar otros más".
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La agencia oficial IRNA ha señalado que Rafsanyani ha hecho esta declaración durante la conferencia Espacio y Seguridad Nacional, en la que también ha asegurado que Irán "está a las puertas de entrar en el club de países con tecnología para construir y lanzar satélites". El régimen de Irán había anunciado con anterioridad que lanzaría su primer satélite de telecomunicaciones en 2005. Aunque Rafsanyani no lo ha especificado, el nuevo misil podría ser una revisión del conocido como Shahab-3, que significa meteoro en farsi. Irán probó el pasado 11 de agosto una versión optimizada de este misil convencional, cuyo alcance era hasta entonces de entre 1.300 y 1.700 kilómetros según fuentes iraníes.
Sin embargo, fuentes israelíes aseguraron que el Shahab podía alcanzar hasta 2.000 kilómetros. El Shahab-3, basado en un diseño norcoreano, pone a Israel, regularmente presentado como el principal objetivo potencial, al alcance. Los progresos proclamados por la República Islámica de su programa balístico se añaden a la preocupación internacional ante las actividades nucleares que Irán declara sin embargo como meramente civiles. En todo caso, durante su comparecencia ante los medios, Rafsanyani no ha hecho ninguna alusión al armamento nuclear.
El programa nuclear
Considerado uno de los miembros de la cúspide de poder en el régimen teocrático -junto a su sucesor, el reformista Mohamed Jatami, y el máximo guía, el conservador Ali Jamenei-, Rafsanyani fue quien tomo las riendas del país a la muerte en 1989 del fundador de la República Islámica, el ayatola Jomeini. Aunque Jatami lidera el Gobierno y Jamenei tiene la ultima palabra, el ex presidente es un pragmático que conserva gran influencia entre la clase clerical que domina el Estado iraní, donde con frecuencia interpreta el papel de fiel de la balanza.
Rafsanyani no ha hecho ninguna alusión en su comparecencia al armamento atómico, un asunto que ha enfrentado a este país con la comunidad internacional en los últimos tiempos.
En todo caso, el anuncio del hombre fuerte iraní se produce cuando Teherán y el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) han restablecido los contactos para reanudar su cooperación, después de que Irán fuera de nuevo acusado de intentar fabricar las armas nucleares. El acuerdo entre ambas partes incluía el envío a Irán de equipos de expertos del OIEA para inspeccionar las centrales atómicas de este país, en una serie de visitas que fueron interrumpidas sin que hasta ese momento tuvieran carácter concluyente.
Además de las inspecciones, el compromiso bilateral obligaba a Teherán a abandonar su programa para enriquecer uranio, fundamental para fabricar armas nucleares y un punto sobre el que Irán se muestra ambiguo. Tras la caída del régimen de Sadam Husein en el vecino Irak, la República Islámica de Irán dispone del ejercito musulmán más poderoso de Oriente Próximo y, según Israel, podría tener capacidad para construir armamento atómico en 2007. El régimen de Teherán insiste, no obstante, en que sus programas nucleares solo están destinados a obtener energía eléctrica.