Taiwan ha puesto hoy sordina a las ansias reformistas e independentistas de su presidente, Chen Shui-bian, al refrendar la mayoría absoluta que la oposición nacionalista mantiene en el Parlamento desde hace medio siglo. La Alianza Azul (integrada por el Partido Kuomintang y el Partido Primero el Pueblo) ha obtenido 114 escaños, mientras que la Alianza Verde (de la Unión Solidaridad de Taiwán y el gobernante Partido Demócrata Progresista) ha sumado 101. Los diez asientos restantes han sido para candidatos independientes, según ha informado esta tarde la Comisión Electoral Central.
La victoria del Partido Democrático Progresista (PPP) hubiera supuesto un duro revés para China, que considera que esa formación dirige a la isla hacia la independencia —para Pekín, Taiwan es parte de su territorio—. La victoria de la oposición, amén de convertir en complicada la cohabitación de un Parlamento azul y un Gobierno verde, puede acelerar la fusión de los dos integrantes de la Alianza Azul; el Partido Primero el Pueblo (PPP) es de hecho una escisión del Partido Kuomintang (KMT), consecuencia de la victoria del actual presidente en las elecciones presidenciales de 2000 — Chen Shui-bian revalidó su cargo el pasado mes de marzo—.
En cualquier caso, es difícil que el revés de hoy frene las reformas de Chen, que quiere convertir Taiwan en "un país normal y completo" a fuerza de cambios constitucionales y con el apoyo político y militar de Estados Unidos, pero sin traspasar los límites de lo aceptable para Pekín, es decir, sin una declaración formal de independencia.
Los comicios de hoy se han desarrollado sin incidente notables pero con la cifra de participación más baja de la historia reciente de la isla: sólo ha votado el 59% del electorado. Y eso pese a que las calles estaban trufadas de banderines, imágenes de los candidatos y caravanas electorales atronando eslóganes y música popular.