Cientos de opositores libaneses han desafiado hoy una decisión gubernamental que prohíbe las manifestaciones y se han congregado en el centro de Beirut para protestar contra la injerencia de Siria en los asuntos de Líbano.
El Ministerio libanés del Interior anunció ayer que la policía y el Ejército "impedirán las manifestaciones en cualquier región del país, en especial alrededor del Parlamento". El objetivo de esta medida es "preservar la paz social" después de que la oposición y los grupos pro sirios convocaran manifestaciones a la misma hora en el centro de la capital, Beirut, según un comunicado del citado Ministerio.
MÁS INFORMACIÓN
- Siria anuncia que se retira de Líbano, pero no precisa cuándo
- El Gobierno de Líbano acusa a Chirac de alinearse con la oposición
- Asesinado el ex primer ministro de Líbano
- EE UU exige que Líbano pueda vivir sin "la violencia de la ocupación siria"
- Cae el Gobierno prosirio de Líbano por las protestas por el asesinato del ex primer ministro
Los grupos de la oposición rechazaron la decisión, e instaron a los libaneses a reunirse en el centro de Beirut, donde se encuentran la sede del Parlamento y la tumba del ex primer ministro Rafic Hariri, de cuyo asesinato -el pasado día 14- se responsabiliza a Damasco y al Gobierno libanés pro sirio.
En respuesta a los llamamientos de la oposición, centenares de libaneses comenzaron a afluir al lugar indicado antes de la hora de la entrada en vigor de la prohibición, desde donde se trasladaron más tarde hacia la sede del Legislativo.
"Libertad, soberanía e independencia", "Siria fuera", "El Líbano es nuestra religión", "Queremos la verdad", "No al hecho consumado, sí a un Líbano libre, soberano e independiente" corean al unísono los manifestantes, izando banderas libanesas y fotos de Hariri y entonando el himno nacional y canciones patrióticas. Efectivos de la policía y soldados del Ejército han rodeado a los manifestantes, aunque sin intervenir para dispersarlos.