Siria ha accedido a que los investigadores de Naciones Unidas se entrevisten con su ministro de asuntos Exteriores, Farouq al-Shara, sobre el asesinato del primer ministro libanés, Rafik al-Hariri, el 14 de febrero del pasado año. Damasco no ha contestado aún a la petición del equipo de investigadores de hablar con el presidente sirio, Bashar al-Assad. Pese a este silencio, desde Naciones Unidas se califica este paso como "aceptable".
Estados Unidos había advertido a Siria de que sus altos cargos debían entrevistarse con el equipo de investigadores, conforme a una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que instaba al ejecutivo de Damasco a cooperar con los investigadores o de lo contrario debería enfrentarse a "posteriores acciones". Desde febrero, Siria ha venido negando cualquier grado de participación en el asesinato de Hariri.
El equipo de investigación de Naciones Unidas ya había entrevistado al actual presidente de Líbano, el pro sirio Emile Lahoud, sobre el asesinato de Hariri, y había ordenado el arresto de cuatro generales libaneses que eran responsables de la seguridad del país el pasado febrero.
Además de a otros altos cargos de Siria, los investigadores quieren entrevistarse también con el ex vicepresidente Sirio, Abdel-Halim Khaddam, que actualmente reside en parís y que dijo en una entrevista de televisión que Assad, el presidente sirio, había amenazado a Hariri unos meses antes de su asesinato en Beirut.