Irak se ha despertado hoy en una espiral de violencia que se ha cobrado la vida de 25 iraquíes de confesión suní, incluidas seis personas que han sido quemadas vivas por milicianos del Ejército del Mahdi en Bagdad, en respuesta a la masacre que ayer tuvo lugar en ciudad Sáder y en la que murieron más de 250 chiíes, según un nuevo balance, en cuatro atentados con coches bomba y disparos de mortero perpetrados por insurgentes suníes. Además, al menos 22 personas han muerto y otras 26 han sufrido heridas en un atentado con dos coches bombas en la ciudad de Tal Afar, situada a 150 kilómetros al este de la frontera siria y a 420 kilómetros al noroeste de Bagdad, según han informado fuentes policiales. Se trata del atentado más importante después de la muerte ayer de más de 200 personas en un ataque múltiple en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, que ha hecho temer por el colapso del país, sumido en una espiral de violencia interconfesional entre suníes y chiíes, aunque hoy también se ha registrado la muerte de seis iraquíes suníes que fueron rociados con queroseno y quemados vivos en la capital del país por varios milicianos chiíes, cuando éstos acababan de salir de una mezquita de la capital donde asistieron a la tradicional oración de los viernes. Este incidente tuvo lugar en las proximidades de un puesto de control del Ejército iraquí, cuyos soldados no intervinieron para evitar el incidente, según admitió el capitán de Policía, Jamil Husein.
Además, partidarios del clérigo chií Muqtada al Sadr, jefe del Ejército del Mahdi, han quemado cuatro mezquitas suníes y han asaltado varios hogares, en los que asesinaron a doce residentes suníes del barrio Hurriyah, un distrito de confesión mixta. Los milicianos del Mahdi atacaron con granadas y artillería pesada y, asimismo, quemaron las mezquitas de Ahbab al Mustafa, Nidaa Allah, al Muhaimin y al Qaqaqa, donde permanecieron como meros espectadores hasta la llegada de fuerzas de la coalición estadounidenses, cuando se dispersaron.
Poco después, varios milicianos llevaron a cabo una redada en la mezquita suní en el distrito de el Amel y mataron a dos guardias, según informó el teniente de Policía Maitham Abdul Razaq, y subrayó que otras mezquitas suníes fueron asimismo atacadas en el este de Bagdad, aunque no pudo especificar el número determinado.
Funerales por los muertos de ayer
A primera hora de hoy comenzó la marcha fúnebre por la masacre perpetrada ayer en ciudad Sáder. Cientos de hombres, mujeres y niños se golpeaban el pecho entre llantos mientras caminaban arropando los vehículos que transportaban los ataúdes de sus seres queridos y al grito de "Dios es grande". Al llegar a los límites de ciudad Sadr, la comitiva despidió a los vehículos, que recorren los 160 kilómetros que les separan de Nayaf, un camino peligroso que transcurre por algunas zonas controladas por
las milicias suníes, en el denominado triángulo de la muerte.
El resto de Bagdad permanece bajo un toque de queda de 24 horas que pretende frenar la oleada de violencia sectaria que sacude la capital. El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, ordenó a la policía escoltar el cortejo fúnebre de las víctimas de los ataques que viajan desde ciudad Sáder hasta Nayaf, ciudad santa chií donde serán enterrados.