Un atentado suicida cometido en el interior de la mezquita de Faluya, al oeste de Bagdad, ha acabado con la vida de diez personas y ha herido a otras 11 este lunes, justo después de las oraciones de la tarde. Según la policía iraquí, el terrorista hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado en una de las dependencias de la mezquita, donde estaban reunidos el imán, Abdul Saltar al Jumaili, su hijo y un grupo de fieles.
Según explicó la policía, Al Jumaili había regresado el domingo a Faluya prodecente de Siria, adonde -según las mismas fuentes- el clérigo viajaba con frecuencia porque era un blanco directo de Al Qaeda y estaría en su lista de hombres a abatir.
Por otro lado, este lunes se han registrado enfrentamientos violentos en la ciudad santa chií de Kerbala, donde decenas de miles de peregrinos se han congregado para celebrar uno de los principales días del calendario musulmán chií, el nacimiento de Muhammad al Mahdi, el último de los 12 imanes que los chiíes veneran como santos.
La policía ha desplegado a 10.000 efectivos, mientras que el ejército iraquí cuenta con 5.000 hombres para mantener el orden en la ciudad, que el martes y el miércoles acogerá las ceremonias de conmemoración de los 900 años del nacimiento del imán.