El supuesto suicidio de un soldado israelí en el aeropuerto de Tel Aviv ha forzado a un abrupto fin de la visita a la zona del presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyos guardaespaldas le han metido a toda prisa en el avión junto con su esposa, Carla Bruni.
El presidente francés y su mujer han resultado ilesos en el incidente, lo mismo que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, quien también ha sido inmediatamente rodeado por agentes de seguridad e introducido en su automóvil.
El disparo ha sonado a unos doscientos metros del avión y, según las primeras versiones, lo ha provocado un militar al quitarse la vida. Otras versiones apuntan a que podría tratarse de un accidente con el arma.
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Tras aclarar el incidente, los guardaespaldas han permitido al presidente de Israel, Simón Peres, subir al avión para despedir personalmente a Sarkozy, que ha concluido así una visita de tres días a Israel y los territorios palestinos.