Al menos seis personas han muerto y otras 18 han resultado heridas en un doble atentado perpetrado este domingo en un conocido restaurante de un barrio de mayoría chií del este de Bagdad, según la Policía iraquí. Los dos explosivos fueron detonados de manera casi simultánea, han afirmado estas mismas fuentes.
Este y otros atentados perpetrados contra objetivos chiíes parecen formar parte de una campaña para reactivar la violencia sectaria entre chiíes y suníes que causó una gran cantidad de muertes en el país poco después de la invasión estadounidense de 2003.
Tras la retirada norteamericana de las calles de Bagdad a finales de junio la sucesión de atentados ha puesto en cuestión la capacidad de las fuerzas iraquíes para controlar la situación en el país.
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Las autoridades iraquíes han reconocido que esperan un aumento de los atentados y de las actividades insurgentes coincidiendo con la progresiva retirada de las fuerzas estadounidenses y la proximidad de las elecciones legislativas del año próximo.
El primer ministro Nuri al-Maki ordenó recientemente retirar los muros de contención que protegen tiendas y edificios públicos en la capital, pero los recientes atentados hacen pensar a algunos iraquíes que la medida puede ser prematura.