El presidente de EEE UU ha aprovechado el cerco de Trípoli para exigir una marcha rápida y sin resorte a la violencia por parte del dictador Muammar el Gadafi y para exhortar a los rebeldes a que respeten los derechos humanos de toda la ciudadanía libia. Barack Obama, que siguió en la jornada del domingo, desde su retiro vacacional en Massachusetts, el desarrollo del conflicto, decidió emitir un comunicado después de saber que los revolucionarios controlaban ya la mayoría de la capital del país.
"Muammar el Gadafi y su régimen deben reconocer que su era de dominio ha llegado a su final", dijo Obama. "Gadafi debe admitir el hecho de que ya no controla Libia. Debe ceder el poder de una vez por todas". La Casa Blanca pidió por primera vez que el dictador se marchara el pasado 27 de febrero. El 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia.
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A lo largo del domingo, el presidente recibió información puntual del avance de los rebeldes hacia Trípoli a través de John Brennan, su principal asesor en materia antiterrorista. Después de las 21.00 en Massachusetts (tres de la madrugada en la España peninsular) tomó parte en una conferencia telefónica con su equipo de asesores en materia de inteligencia. En ella participaron el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen.
Coincidiendo con la marcha de los rebeldes sobre Trípoli, Obama les pidió a éstos que respeten los derechos de toda la ciudadanía, incluidos los de aquellos que han mantenido lealtad a Gadafi. "El Consejo Nacional de Transición (CNT) debe dar pruebas de que es capaz de asumir el liderazgo necesario para guiar al país en una transición, respetando los derechos de los ciudadanos de Libia, evitando víctimas civiles, protegiendo a las instituciones del estado libio y aspirando a una transición a la democracia que sea justa e incluyente para toda la ciudadanía de Libia", dijo.
Obama dio garantías de que EE UU "seguirá en estrecha coordinación con el CNT". "Una era de conflicto debe llevar a otra de paz", añadió. El presidente ha recibido críticas por parte de algunos grupos y legisladores conservadores por no haber autorizado una misión más contundente sobre Libia, y por haber querido que la Alianza Atlántica actuara exclusivamente en misión de apoyo a los rebeldes, sin entrar en combate cuerpo a cuerpo con las tropas de Gadafi. En sus diversas intervenciones al respecto, Obama siempre dijo que su única intención era asistir al CNT en su labor de llevar la democracia a Trípoli.