En los dos últimos años la natalidad de los inmigrantes está evitando que haya más muertes que nacimientos en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En 1998 se inscribieron 364.427 bebés de padres españoles, mientras que el número de fallecimientos ascendió a 357.950. Los 20.054 hijos de padres extranjeros-mayoritariamente mujeres magrebíes y latinoamericanas- aseguraron un superávit de 6.477 personas evitando así un decrecimiento negativo en España.
Las estadísticas de las Naciones Unidas muestran que la población española creció tan solo un 0,09 % anualmente entre los años 1995 y 2000. El número de hijos por mujer, que ahora es de 1,13 y uno de los bajos del mundo -después de los de Ucrania, Letonia y Armenia e inferior incluso al de China (1,15) y Rusia (1,14) -subirá tan solo a 1,64 en ese período y será el más bajo después de Alemania e Italia que, para entonces, se situarán en 1,61.
Los índices de fertilidad españoles contrastan con las de muchos países africanos como 8 hijos por cada mujer en Niger y más de 7 en Yemen, Somalia, Angola, Uganda y Mali, aunque se espera que pasen a menos de cuatro para dentro de cincuenta años.
Tras el repunte de los últimos cincuenta años- cada vez menos perceptible- la población irá en descenso en el próximo medio siglo hasta situarse en el 2045 y el 2050 en el -0,95 %. Por lo que el próximo medio siglo España tendrá 31,2 millones de habitantes frente a los 39,9 que tiene en la actualidad, lo que supone un descenso del 21,%.
Actualmente, un 14,7 % de la población española tiene menos de 14 años, algo más del 60 % son personas de entre 15 y 59 años, mientras que el 21,8 % tiene más de sesenta. Este porcentaje se duplicará para el 2050, en el que se calcula que serán más del 44 % las personas sexagenarias mientras que un 44,5% serán personas de entre 15 y 59 años.
El escalofriante aumento de la media de edad española implica que deberá acoger cuatro millones de inmigrantes hasta 2020 (12 millones durante el próximo medio siglo), si quiere mantener el equilibrio entre [ciudadanos] activos y jubilados, según el Libro Blanco de la inserción laboral de refugiados e inmigrantes de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).El documento plantea la necesidad de introducir 240.000 a 300.000 inmigrantes por año.
Por otra parte, la esperanza de vida en España dentro de cincuenta años será superior a los 82 años, mientras que actualmente es de 78,8 años, un índice muy alto especialmente comparado con los 36 años en Bostwana y los 38 de Mozambique.
6100 millones de personas en el 2000
El informe- cuya divulgación coincide con la celebración del comité encargado de preparar esta Asamblea-indica que la población mundial llegó a 6.100 millones de personas en el 2000 y aumenta a un ritmo de 77 millones de personas por año.
Las proyecciones más halagüeñas indican que puede aumentar, en el mejor de los casos, a 7.900 millones de habitantes y, en el peor, a 10.900 millones, lo que presenta un importante reto a la hora de enfrentar el subdesarrollo y la pobreza en amplias zonas del planeta.
El documento, confeccionado por la División de Población del departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU, indica que en el año 2000, el último año con datos fiables, existían en el mundo 69 millones de personas con más de 80 años. Para el 2050, se calcula que habrá alrededor de 379 millones, lo que significa que se incrementará en 5,5 veces.
Actualmente, un 3,2 % de esa población mayor edad vive en la zona de Norteamérica y un 3 % en Europa. En Suecia, por ejemplo, representan un 5,1 % de la población y en Noruega y Reino Unido el 4 % China es la que cuenta con un mayor número de esos ancianos, con un total de 11,5 millones de personas mayores de 80 años, y EE UU se coloca en segundo lugar con 9,2 millones.