La Unesco ha mandado un enviado especial a Kabul para pedir al régimen integrista islámico de los talibán que reconsidere su decisión de destruir todas las estatuas preislámicas en Afganistán, que ha suscitado una condena generalizada en todo el mundo.
El mulá Omar, el dirigente supremo de los "estudiantes de teología", que controlan la práctica totalidad del país, ordenó el pasado lunes la destrucción de todas las estatuas de Afganistán que sean "anti-islámicas".
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El ministro de Información y Cultura del país, Quudratulá Jamal, confirmó ayer que la destrucción de estatuas, decretada por el mulá afectará a todas las existentes en el país. "Ha comenzado ya en las provincias de Ghazni, Kandahar, Herat y Jalalabad", así como en el museo de Kabul, aseguró.
Afganistán, que fue un gran centro budista antes de la conquista musulmana en el siglo XI, acoge obras de arte milenarias únicas. Entre ellas están los famosos budas gigantes esculpidos en el acantilado de Bamiyán, uno de los cuales, con sus 55 metros de alto, es el mayor del mundo, y que ya han sido atacados con tanques, misiles e incluso armas automáticas por la milicia de los talibán, según fuentes oficiales y de la oposición.
El enviado de la UNESCO es el francés Pierre Lafrance, ex embajador en Irán y Pakistán y antiguo director del Ministerio de Exteriores para Asuntos de África del Norte.
"No puedo ni quiero creer que nuestra movilización no podrá poner fin, en las horas venideras, a esta catástrofe cultural", ha declarado el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura.
Matsuura reunió anoche "con urgencia" a los embajadores ante la Unesco de los 54 países de la Organización de la Conferencia Islámica para discutir "líneas de acción común" para tratar de salvar las estatuas de Afganistán.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha hecho también un llamamiento a los talibán a "preservar un patrimonio común de la humanidad".
Oferta de compra
Philippe de Montbello, director del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, se ofreció ayer a comprar las estatuas antes de permitir que sean destruidas.
El ministro francés de Educación, Jack Lang, se declaró "sublevado e indignado" por la destrucción de las estatuas por parte de los talibán.
"La destrucción de estatuas, entre ellas obras maestras del budismo preislámico, en todo Afganistán es un crimen contra la cultura y la historia de la humanidad", escribió el socialista Lang, ex ministro de Cultura, en una carta a Matsuura, en la que le pidió movilizar a la comunidad internacional.
Ayer, el presidente francés, el neogaullista Jacques Chirac, también escribió al director de la UNESCO, la "única" organización que está en condiciones de movilizar "sin demora" a la comunidad internacional para prevenir la destrucción de las estatuas.