El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Nick Brown, fue el encargado de anunciar las medidas de choque en su intervención en el Parlamento. Además del incremento de las incineraciones, Brown prometió una intensificación de las restricciones y control en las zonas afectadas.
El ministro británico destacó que el Gobierno dará prioridad a la seguridad y anunció que serán sacrificadas todas las ovejas y otros animales que se encuentren en un radio de tres kilómetros alrededor de cualquiera de las granjas afectadas por la fiebre aftosa.
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Tras subrayar que el Gobierno ha hecho y está haciendo todo lo que está en su mano para detener el brote de fiebre aftosa, Brown aseguró que la enfermedad se ha extendido como consecuencia del movimiento de animales y del contacto de los que estaban enfermos con los sanos, antes de detectarse el primer brote.
"Estamos intensificando el sacrificio de animales vulnerables en áreas del país donde se ha extendido la enfermedad y que afortunadamente todavía son limitadas", declaró Brown.
El portavoz de Agricultura del Partido Conservador, Tim Yeo, elogió el trabajo de funcionarios y veterinarios para atajar la enfermedad pero recriminó al ministro el que hubiese asegurado el domingo que la situación estaba bajo control, mientras que desde entonces el número de focos se ha doblado.
240 focos en un mes
Desde la detección de la enfermedad, hace cuatro semanas, se han registrado en todo el país 240 focos de infección, los diez últimos descubiertos ayer mismo. La mitad de los brotes han sido detectados en los condados ingleses de Cumbria, fronterizo con Escocia; Devon, en el suroeste de Inglaterra, y Dumfries y Galloway, en Escocia.
Un total de 146.226 animales han sido sacrificados y otros 58.327 lo serán próximamente, cifra que puede aumentar con la aplicación de las medidas preventivas anunciadas por Brown.
En la campaña para impedir la propagación de la enfermedad, alrededor de 1.200 explotaciones ganaderas de todo el país han sido aisladas desde que fue detectado el brote de fiebre aftosa, y de ellas, más de 550 continúan bajo restricciones, según el ministro.
Por el momento, unos 90 países han prohibido las importaciones de animales vivos procedentes de la Unión Europea (UE) después de que el martes se detectaran los primeros casos en Europa continental, concretamente en Francia.
Atascos de 10 kilómetros en la frontera entre España y Francia
La alarma por la aparición hace dos días del primer foco de aftosa en la Europa continental, concretamente en Francia, ha hecho que se intensifiquen los controles que lleva a cabo la Guardia Civil en la frontera de La Junquera.
Durante la jornada de ayer se originaron unas colas de 10 kilómetros de vehículos, que intentaban entrar en España desde el lado francés de la autopista A-7, según fuentes de la Gendarmería francesa.
La Guardia Civil detiene a los camiones que pueden haber estado en contacto con los sectores agrícola o ganadero, y agentes del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat proceden a desinfectar las ruedas y los bajos del vehículo rociándolos con desinfectante.
Los efectivos del instituto armado han limitado a un sólo carril la entrada a España por dicha autopista, por lo que numerosos turismos quedan atrapados en la cola de camiones y su desplazamiento se produce de forma muy lenta.
Los controles se establecieron en territorio francés y las autoridades galas han indicado a los técnicos del Departamento de Agricultura que la revisión y desinfección de camiones se debe hacer en territorio español, por lo que los efectivos que intervienen en esta operación se han tenido que desplazar un kilómetro más al sur.
También se han instalado unas alfombrillas impregnadas con desinfectantes por las que deberán pasar todos los camiones y turismos que entren en España.