22 personas que desconocían haber recibido transfusiones de sangre procedentes de afectados por el mal de las vacas locas podrían haber resultado contagiadas, según publica hoy el diario británico The Guardian.
Los servicios médicos han protegido siempre la identidad de estos 22 británicos y tomaron la decisión de no informarles a menos que intentaran donar sangre ya que no han pruebas, cura ni tratamiento para la afección .
Sin embargo, esta política va a cambiar debido al riesgo para la salud pública en caso de que aquellos que hayan recibido la sangre infectada se sometan a una intervención quirúrgica, donen órganos o necesiten un tratamiento dental.
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113 británicos infectados
Los 22 infectados recibieron la sangre de ocho donantes a los que posteriormente se les diagnosticó la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que ya ha costado la vida o infectado de forma incurable a 113 británicos. El riesgo de infección a través de donaciones de sangre no ha sido cuantificado aún por las autoridades sanitarias.
Los médicos van a intentar que los afectados colaboren con laos científicos que estudian la enfermedad y serán advertidos de que no pueden ni donar sangre ni órganos. Además, tendrán que informar si han sufrido desde la transfusión algún tipo de tratamiento dental, óptico o médico.
Sus familiares, asimismo, tendrán que recibir información sobre las precauciones que deben de tomar para evitar el contagio.