El papa Juan Pablo II ha aceptado esta mañana la renuncia presentada por el arzobispo de Poznan (Polonia), Julius Paetz, acusado de abusar sexualmente de varias decenas de sacerdotes y clérigos de su archidiócesis, según ha informado el Vaticano. Juan Pablo II ha aceptado la renuncia y ha nombrado como sucesor a Stanislaw Gadecki, hasta ahora obispo auxiliar de la archidiócesis de Gniezno.
El escándalo del arzobispo Paetz, de 67 años, prelado de Poznan desde 1996, saltó a la opinión pública hace varios meses, después de que se supiera que el rector del seminario de esa localidad, Tadeusz Karkosz, le había prohibido la entrada en el recinto a causa de su comportamiento con algunos seminaristas.
Del caso se hizo eco el diario polaco Rzeczypospolita, que reveló que el arzobispo había agredido sexualmente a varias decenas de sacerdotes y clérigos, a lo que el prelado respondió que las acusaciones eran falsas y que obedecían a un plan montado para destruirlo y debilitar a la Iglesia en Polonia. El caso sacudió a la opinión pública polaca, a la Iglesia local y al Vaticano.
Éste envió una comisión investigadora presidida por el juez de la Rota Romana, Antoni Stankiewicz, y el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, informó de que se estaba estudiando el caso minuciosamente. El Papa fue informado sobre las acusaciones formuladas contra el arzobispo por una amiga suya de los tiempos de su labor sacerdotal en Cracovia y, según fuentes vaticanas, se mostró muy afectado.
De acuerdo con una encuesta publicada por la prensa local, el 74% de los polacos estaba de acuerdo en que Paetz renunciase a su cargo y abandonase el sacerdocio. En un principio, Paetz se negó a presentar su dimisión, amenazando con "tirar de la manta", pero al final se ha visto obligado a hacerlo.