La periodista Lilli Gruber, presentadora del principal informativo de la televisión pública italiana RAI, anunció anoche su dimisión para concurrir a las elecciones europeas, al tiempo que se sumaba al clamor sobre la manipulación informativa por parte de los directivos del canal. Según esta veterana reportera, los intereses políticos y económicos del primer ministro, Silvio Berlusconi, están "dañando seriamente" la credibilidad de los medios de comunicación italianos.
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En una carta enviada a la dirección de la RAI, la popular periodista, de 47 años, afirma que, tras dejar el informativo de las 20.00 horas en la RAI 1, se presentará como candidata a los comicios al Parlamento Europeo que se celebrarán el próximo mes de junio por la alianza opositora de centroizquierda El Olivo, debido a "una serie de consideraciones" que tienen que ver con el común empeño profesional de los periodistas.
Gruber, enviada especial a Irak durante la guerra y toda una celebridad en su país, denuncia que "nunca antes de ahora había prevalecido en la RAI, y en particular en sus principales telediarios, la tentación de homologar la información al pensamiento único de una mayoría parlamentaria y de Gobierno". El Parlamento europeo ha reconocido recientemente que Italia es el país de los Quince donde los medios de comunicación están concentrados en menos manos. Sin embargo, Berlusconi ha negado una y otra vez que exista un conflicto de intereses.
Una "anómala concentración de poder"
"La anómala concentración de poder en una sola persona y el evidente conflicto de intereses que deriva de ello vulneran todo el sistema televisivo y la propia credibilidad de la democracia", subraya la periodista, que trabajaba para la RAI desde hace dos décadas.
La veterana periodista se refiere a la anómala situación que viven las ondas italianas, ya que la familia de Berlusconi, posee el principal grupo privado de comunicación, Mediaset, cuyos tres canales compiten directamente con la RAI. Además, como jefe del Ejecutivo, controla de forma indirecta la televisión pública.
Para Gruber, el Parlamento Europeo es el lugar idóneo "desde el que contribuir activamente a definir aquellas reglas que, sobre todo Italia, necesita con urgencia". Lilli Gruber recibió el año pasado la Orden del Mérito de la República, junto a otros nueve periodistas italianos, por su labor informativa durante el conflicto iraquí.