Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CONFERENCIA DE BANGKOK

EE UU rechaza aumentar su aportación contra el sida como le había pedido la ONU

Washington alega que contribuye casi el doble que el resto de los países juntos a frenar la enfermedad

La estrategia política adoptada por el Gobierno de Estados Unidos para luchar contra el sida —basada en tres pilares: abstinencia, fidelidad y condones—, y la negativa de este país a sufragar los 1.000 millones de dólares adicionales que le ha pedido Naciones Unidas para combatir la pandemia, han provocado hoy la reacción airada de decenas de asistentes a la XV Conferencia Internacional del Sida, que han silbado e insultado al representante de Washington durante su intervención.

La posición estadounidense ya había causado controversia en Bagkok, sede de la reunión, durante los días anteriores. Los expertos creen que sólo el uso de preservativos es un modo de prevención. Además, muchos delegados han criticado la política de financiación en la lucha contra esta enfermedad del Gobierno de George W. Bush, por exigir que un tercio del dinero destinado a prevención se emplee en programas que defienden la abstinencia hasta el matrimonio.

Así las cosas, el coordinador para el sida de ese país, Randall L. Tobias, ha sido abucheado hoy mientras defendía esta estrategia, al grito de "Bush miente", "La gente muere" o "Está mintiendo". "En este punto, quizás el error más grave que podemos cometer es permitir que la pandemia nos divida", señaló Tobias después de una interrupción de un cuarto de hora. "La abstinencia surte efecto, la fidelidad surte efecto y los condones surten efecto. Cada uno en su sitio", precisó Tobias.

Washington ha aprobado un plan global de lucha contra el sida por el que invertirá 15.000 millones de dólares en 15 países de África y el Caribe, en los que reside el 70% de los 38 millones de infectados. Los expertos critican que este proyecto de ayuda vaya condicionado por la cuestionada política ABC —abstinencia, fidelidad y condones—, pero EE UU se defiende señalando que invierte casi el doble de dinero que el resto del mundo junto en la lucha contra la enfermedad.

Tobias ha dejado claro además que no van a inyectar los 1.000 millones anuales que el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, había solicitado. "El presidente ha pedido 200 millones de dólares [al Congreso] para el año que viene, y creo que eso es más que suficiente", ha señalado.