La gripe aviar ha llegado a las puertas de la Unión Europea. Rumania ha detectado el primer caso en su territorio, en concreto en el delta del río Danubio, adonde la han llevado al parecer las bandadas de aves migratorias. En la región rusa de Siberia se ha producido otro brote.
El ministro de Agricultura de Rumania, Gheorghe Flutur, ha anunciado hoy que hoy han descubierto tres casos en aves domésticas en la aldea de Ceamurlia de Jos. No ha especificado si la cepa es la mortífera H5N1, avanzando tan solo que su Gobierno ha enviado muestras a Reino Unido para que sean analizadas.
El Ejecutivo rumano ya había anunciado medidas para evitar la epidemia, "un problema nacional y de seguridad de la población", entre las que destaca la prohibición de cazar en el delta del Danubio y el sacrificio inmediato de las aves enfermas. ¿Por qué esa zona en concreto? Porque es a esa área fluvial adonde llegan las aves que han migrado desde Rusia, donde ya en julio se detectaron algunos casos de gripe aviar.
Precisamente hoy el Servicio de Control Fitosanitario y Veterinario de Rusia ha informado de un nuevo brote de esta enfermedad en una fábrica de pollos de Siberia. Fuentes de los servicios sanitarios rusos han señalado a la agencia de noticias Reuters que el brote de gripe aviar está muriendo a medida que las aves migratorias salen del país, pero que podría reactivarse la próxima primavera.
La posibilidad de que la gripe aviar salte a los humanos y se convierta en una pandemia ha movilizado a las instituciones internacionales. El Consejo de Europa ha instado a tomar medidas sanitarias y económicas contra este riesgo; el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha planteado la posibilidad de movilizar al Ejército en casos de haya que realizar procesos de cuarentena. En España, el Gobierno va a adquirir dos millones de antivirales (seis veces menos que Francia) y negocia instalar un laboratorio para producir vacunas.