Un equipo del Instituto de Microcirugía Ocular (Imo) de Barcelona ha logrado reparar el ojo derecho de una menor que quedó ciega en la localidad jiennense de Martos en 2003 al sufrir una agresión con ácido. En un comunicado, el centro médico informa de que paciente, que quedó ciega totalmente tras el ataque con líquido corrosivo, ha logrado recuperar una "parte importante de la visión" que le permite reconocer caras y objetos, e incluso leer con ayuda óptica. Los especialistas del Imo no descartan que el porcentaje de visión aumente con el paso del tiempo hasta recuperar la visión total.
La menor, Karla R.S., de nacionalidad ecuatoriana, perdió la visión de los dos ojos después de que una vecina de su localidad la rociara con ácido salfumán junto a su hermano -tenían entonces de ocho y tres años respectivamente- y a su cuidadora en mayo de 2003, al creer que la madre de los menores mantenía una relación con su marido.
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La mujer, María Antonia B.T., declaró que su intención no era la de hacer daño a los menores, sino a la cuidadora, a quien presuntamente confundió con la abuela de los chavales. La agresora fue condenada por la Audiencia Provincial de Jaén a una pena de 11 años y medio de prisión y una indemnización de 606.700 euros. La sentencia fue confirmada íntegramente por el Tribunal Supremo en 2006.
La niña fue sometida a cuatro operaciones entre diciembre de 2008 y septiembre de 2009 en el Imo. Las dos primeras sirvieron para separarle los párpados -pegados al ojo desde la agresión- y las dos últimas para reconstruir la superficie ocular y sustituir la córnea y el cristalino. El éxito de la operación, realizada sobre el único ojo con posibilidades de recuperación, fue posible por un trasplante de córnea combinado con una cirugía de catarata, previo trasplante del limbo -tejido periférico de la córnea-.