La lista del programa REACH (siglas en inglés de Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas) de la UE puede recibir un gran impulso si se aprueba una propuesta que están estudiando seis países (Holanda, Alemania, Austria, Francia, Suecia y Dinamarca): presentar otras 478 sustancias al escrutinio de las autoridades, para que se midan sus riesgos, según ha informado el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) del sindicato CC OO. Si se confirma que son peligrosas para la salud, los fabricantes deberán intentar eliminarlas y cambiarlas por un sustitutivo; si no es posible, tendrán que rebajar la cantidad empleada y sólo podrán hacerlo con permiso expreso de la Comisión Europea.
Actualmente, estos condicionantes sólo se aplican a 29 productos (los últimos incluidos esta misma semana), por lo que si se añaden otros 478 el aumento de sustancias controladas será del 1.500%. Entre las candidatas, el 74% son cancerígenos, como la acrilamida o los cromatos de plomo, utilizados en la metalurgia y en colorantes y pinturas. El 48% son tóxicas para la reproducción, como el dicloruro de dibutilestaño (usado en la producción de espuma de poliuretano); el mercurio, que se usa en la fabricación y reparación de instrumentos científicos (termómetros, por ejemplo), en la fabricación de tubos fluorescentes, termostatos automáticos y de juguetes electrónicos y químicos para niños; o el diisobutil-ftalato, que se usa en la fabricación de plásticos y productos de higiene. El 9% son mutágenas (41 sustancias), tales como el benceno (desengrasante, disolvente, limpiador) y el 3% son tóxicas, persistentes y bioacumulativas (PBT), como el triclorobenceno, que se usa en tintas, componente de fluidos dieléctricos y disolvente, indica CC OO.
El sindicato ha pedido al Gobierno español que se una a la iniciativa.