El corazón de un bebé es pequeño, aproximadamente del tamaño de una ciruela, por lo que los especialistas tienen muchas dificultades para detectar la naturaleza de cualquier anomalía. Por eso, científicos daneses utilizan una tecnología que transforma las imágenes planas obtenidas por un escáner común de resonancia magnética en grandes representaciones en tres dimensiones. Los médicos pueden 'navegar' por dentro de estos espacios virtuales, y explorarlos desde cualquier ángulo.
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La técnica virtual representa un gran avance, considerando que alrededor de uno de cada 100 recién nacidos presenta algún tipo de defecto cardíaco. Según los promotores del "Sistema de Realidad Virtual" (VR, por sus siglas en inglés), éste elimina buena parte del elemento conjetural del diagnóstico.
Una investigación publicada el mes pasado por la revista Circulación muestra que las imágenes cardíacas VR pueden destacar anomalías que fácilmente podrían pasar inadvertidas a los médicos analizando un escáner convencional. Próximos desarrollos del sistema permitirán además a los cirujanos practicar previamente en el corazón virtual las intervenciones planificadas para sus pequeños pacientes. El sistema fue desarrollado en colaboración con el Centro para la Visualización y la Interacción Avanzada de la Universidad Aarhus.
El cirujano pediátrico Ole Kromann Hansen es uno de los que ha probado el sistema en sus pacientes del Hospital Universitario Aarhus. Afirma que otra ventaja de esta tecnología es que muchos profesionales pueden ver al mismo tiempo el corazón virtual, con lo que todo el equipo médico puede discutir y acordar un diagnóstico, sabiendo que están mirando el órgano desde un mismo ángulo.
"A veces es difícil explicarle a los padres qué tipo de defecto cardíaco presenta su hijo", explica Kromann Hansen. Con estas imágenes se supera esta dificultad, pues dan una buena representación a los padres, para que puedan entender adecuadamente los defectos en el corazón de su hijo.