La Comisión Europea ha anunciado que destinará hasta septiembre de 2008 un total de 93 millones de euros para mejorar la red de Internet Europea de Investigación y Educación (GEANT).
Las mejoras incluyen darle a los investigadores europeos su propio "ancho de banda", permitir acceso directo a los científicos a las redes GEANT y otras similares a nivel nacional en Europa, según un comunicado.
Asimismo incluirá un servicio inalámbrico y otro de "roaming", que les permitirá a los científicos mantenerse conectados a GEANT desde los lugares en los que se encuentren haciendo sus investigaciones.
"Darle a los científicos una arquitectura de comunicaciones con tecnología punta, que permite rendimientos mucho más superiores a los que ofrece el Internet comercial le permite a la UE mejorar su habilidad para innovar y competir", ha opinado el comisario de Empresa y Sociedad de la Información, Olli Rehn.
"Desde el primer trimestre de 2005, la infraestructura GEANT mejorada ayudará a expandir la oferta de servicios con tecnología de comunicaciones avanzada, y debería impulsar una nueva ola de innovaciones en esta área, que conducirá a una provisión de
servicios de Internet más eficientes y baratos", ha agregado Rehn.
La contribución que ha aprobado la Comisión de 93 millones de euros es menos del 50% del total de gastos que necesita la red, según la nota, pero el resto será cofinanciado por los países participantes.
GEANT y sus socios, las Redes Nacionales de Investigación y Educación (RNIE), son una infraestructura de soporte en comunicaciones para investigación en 34 países europeos.
GEANT permite a los investigadores desde Islandia hasta el Cáucaso que reúnan sus ideas, datos y el poder de sus ordenadores para conseguir resultados que no podrían alcanzar trabajando en solitario, y a que los astrónomos europeos combinen los datos de sus radio telescopios.
La plataforma sirve como soporte de herramientas de colaboración que utiliza la Agencia Espacial Europea (ESA), y también ha jugado un papel importante en el desarrollo de un nuevo protocolo de Internet, el IPv6, utilizado en servicios avanzados en la red, para coches, hogares y empresas.