El creador de la web, Tim Berners-Lee, ha hecho una larga reflexión en la convención londinense de Nokia. Dos puntos centrales de la misma: la necesidad de mantener la neutralidad de la Red y de que la población tenga acceso barato, o gratis, a un Internet básico, por defecto.
Berners-Lee destacó que un 20% de la población está conectado a Internet y un 80% dispone de teléfono móvil. ¿Por qué esta diferencia?, se ha preguntado. Los móviles pueden ser una herramienta de acceso importante si las compañías no consideran a quien tiene un móvil y pide conexión a Internet como un ejecutivo y le multiplican la tarifa telefónica. Esta población que tiene señal de móvil no está, sin embargo, en la sociedad de la información porque no puede vender sus productos en Internet o incluir en la Wikipedia artículos sobre su cultura o país.
Otra de las preocupaciones mostradas en su charla ha sido el mantenimiento de la neutralidad de la Red y las garantías sobre la privacidad de los internautas. La posibilidad de que las operadoras puedan primar la velocidad de acceso a unos sitios en detrimento de otros alteraría el concepto fundacional de Internet. Berners-Lee ha dado varios ejemplos de lo que supondría la vulneración de este principio. Una operadora con un sitio de descarga comercial de filmes podría dirigirte a él penalizando la velocidad de acceso a tiendas competidoras. Igualmente podría perjudicar los servicios de llamadas de voz a través de Internet, competidores suyos, para que el usuario pensara que son deficientes técnicamente. Los gobiernos podrían utilizar este recurso para penalizar sitios contestatarios.
Con respecto a la privacidad insistió en la necesidad de que se empleen los datos requeridos a una persona para el fin por el que han sido solicitados y no se aproveche su obtención para otros usos. Si un internauta debe dar su dirección para recibir un paquete, la compañía de mensajería no puede emplear este dato con otras intenciones.