El Museo del Prado ha enriquecido sus salas con la exhibición de tres obras, La Crucifixión de Juan de Flandes, La Adoración de los pastores, de El Greco, y San Jerónim", de La Tour, que los visitantes de la pinacoteca podrán contemplar a partir de mañana.
Coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, "fechas en que son muy numerosos los visitantes españoles que acuden al Prado", Gabrielle Finaldi, director adjunto de conservación del museo, presentó las pinturas, de temática religiosa, junto con los conservadores y restauradores que han intervenido en ellas.
La Crucifixión, que ocupa un lugar destacado en la sala 49 del museo, pasó a formar parte de las colecciones del Prado en 2005 a través de una donación por pago de impuestos de la empresa Ferrovial por un valor de siete millones de euros. Obra maestra de la pintura hispano-flamenca y de su autor Juan de Flandes, la pintura luce en todo su esplendor tras la restauración llevada a cabo por la restauradora del museo Clara Quintanilla.
El cuadro pertenece a la última etapa de la trayectoria de Juan de Flandes, artista que estaba muy al tanto del desarrollo de la pintura flamenca e italiana. La utilización del espacio por parte del artista, con un punto de vista bajo, evoca las composiciones de Andrea Mantegna (1430/31-1506) y el modo de disponer a los personajes dota de resonancia italiana a esta obra.
Por otro lado, también vuelve a las salas del museo La Adoración de los pastores de El Greco, ausente desde junio de 2004, cuando fue retirado para una minuciosa restauración. La parte más dificultosa de la intervención, según la restauradora Almudena Sánchez, se ha encaminado a reparar los daños sufridos por la obra en el Convento de Santo Domingo el Antiguo de Toledo, cuando fue doblada para su cambio de ubicación.
Por último, a partir de mañana se podrá contemplar por primera vez en el Prado el lienzo San Jerónimo, de Georges de La Tour, depositado por el Ministerio de Trabajo desde octubre de 2005 en el museo, tras su sorprendente descubrimiento en la sede del Instituto Cervantes de Madrid.
Maestro francés del siglo XVII, el catálogo de La Tour estaba cerrado desde 1990, "por lo que la aparición fortuita del cuadro fue una auténtica sorpresa", comentó Andrés Úbeda, jefe de conservación de Pintura Italiana y Francesa, quien resaltó la gran belleza y calidad de la obra, que se une a la única que posee el Prado de este autor, titulada Ciego tocando la zonfaina.