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COPA AMÉRICA

Colombia ruge feroz (2-0)

Un arranque arrollador ante Honduras mete a los anfitriones en la final

Caballero, desde atrás, y Guevara y León, por el centro, empezaron a mandar, y Colombia, aunque siempre segura y firme atrás, quedó a merced de los contragolpes y las maravillosas apariciones de Giovanny Hernández. No acaba de llenarle a los colombianos, pero es una joya. Un tipo que genera expectación, que en cuanto recibe el balón anuncia que está a punto de suceder algo grande.

Los anfitriones intentaron recuperar el control en la segunda parte, volver al ataque con todo, a la presión adelantada. Pero Honduras ya no estaba por la labor de verse de nuevo arrinconada. Así que el partido se dividió, repartiendo sustos en uno y otro marco. La ventaja de los colombianos fue que mientras sus rivales dejaban sus ataques de uno en uno, ellos lo hacían de tres en tres. Cada una de sus acometidas, tenía resaca: una primera línea atacaba, una segunda presionaba, robaba y volvía a atacar, y hasta una tercera también se negaba al repliegue y tiraba hacia arriba en busca de una última oportunidad. Así llegó el gol de la sentencia, pasada la hora de juego, en una recuperación del balón en la frontal del área, la llegada hasta el fondo del incansable Grisales y la definición letal de Aristizábal, que pasa por un estado de gracia, que lo mete todo.

Colombia ya no soltó el volante. Manejó el resultado, alternando lujos y pausas, y obligó a Honduras a rendirse. Así que la invitada de última hora, la sustituta de Argentina que dio el pelotazo del torneo tumbando a Brasil, alzó la bandera blanca ante el paso firme de Colombia, el jefe indiscutible de la competición. Entra triunfal en la final, con cinco victorias de cinco; diez goles a favor y ninguno en contra. No hay quien la pare. Colombia es la locura.

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