La atleta estadounidense Marion Jones ha negado en una teleconferencia de prensa haber recibido productos dopantes procedentes del laboratorio BALCO o de su director Victor Conte, que está bajo sospecha por haber distribuido a numerosos deportistas de élite en Estados Unidos productos que contenían esteroides. "Todo lo que está sucediendo fuera de la pista me ha hecho incluso más fuerte", ha afirmado la atleta.
Marion Jones y su pareja Tim Montgomery forman parte de las decenas de deportistas de élite que han sido interrogados por un gran jurado federal en el marco de la investigación sobre las actividades del laboratorio BALCO, sospechoso de haber fabricado la tetrahidrogestrinona (THG), un esteroide de síntesis cuya existencia se conoció en octubre, ya que era indetectable.
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La atleta estadounidense, de 28 años, asegura que está un poco cansada de tener que defenderse de las continuas insinuaciones. "Mi vida no se reduce a probar ante nadie que estoy libre de drogas. Soy, probablemente, una de las atletas más controladas del mundo y jamás he dado positivo. La gente que ha seguido mi progresión deportiva desde que empecé a competir, con siete años, sabe que yo nunca haría nada ilegal. No pienso vivir intentando probar mi inocencia", ha insistido.
Jones, que en los Juegos de Sydney 2000 consiguió tres medallas de oro (100, 200 y 4x400) y dos de bronce (longitud y 4x100), participará este verano en Atenas en las pruebas de selección olímpica con el propósito de clasificarse en 100 y 200 metros y en longitud para, después, decidir si repite el reto de volver a conseguir cinco metales compitiendo también en los relevos. "Tengo renovadas energías después de un año sin competir y creo que no he llegado todavía a mi mejor momento de forma. Además, los Juegos Olímpicos extraen lo mejor de cada deportista", ha afirmado.
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