Ni en las peores tardes de Curro Romero se escucharon tantos gritos. Miles de quinceañeras acudieron ayer por la tarde a escuchar un miniconcierto del grupo norteamericano New Kids on the Block y convirtieron Las Ventas en un patio de colegio. El público -notable minoría masculina- lo componían niñas con uniforme y quinceañeras de vaqueros y camisetas ceñidas.Ni que el concierto relámpago fuera en play back logró disuadirlas. A primeras horas de la mañana ya esperaban a las puertas de la plaza, "Alguna incluso ha dormido aquí", señaló un miembro de seguridad. "Después de cinco años lo he tocado", exclamaba Betty a la puerta de la plaza, una adolescente de Villaverde. Betty se desplazó el lunes al aeropuerto de Barajas a recibirlos; los persiguió durante la mañana de ayer por unos grandes almacenes y se perdió algunas clases de la tarde para escucharles en Las Ventas.
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Como Betty, cientos de chicas hicieron pellas para ver a sus ídolos, quienes se contonearon sobre el escenario provocando una avalancha de desmayos. Los camilleros no daban abasto y hubo momentos en los que incluso faltaron camillas.
"Mi tío me ha traído, desde Toledo", aseguró Marta Hipólito, poco antes de iniciarse el recital. "Sola no me dejaban venir. A mi prima no le gustan mucho, pero me ha hecho el favor". Otras viajaron desde Sevilla, Barcelona o Tenerife para lo mismo. Junto a ellas, un grupo con el uniforme de la Inmaculada Concepción esperaba el inicio del concierto mientras jóvenes presentadores de la cadena 40 Principales jaleaban a las chicas con frases como "uuuh, yeah" o preguntando: "¿A quién habéis venido a ver?". Y ellas contestaban con lo que se convirtió en el grito de guerra: "New Kids".
A las siete de la tarde entraba en Las Ventas el grupo, escoltado por la policía y protegido por sus propios hombres de seguridad, cinco muros con pinta de haber peleado en Vietnam. Durante su estancia en Madrid apenas salieron del hotel. Algunas colegialas durmieron a las puertas de éste y cuatro privilegiadas pagaron 40.000 pesetas por una habitación para estar a su lado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de marzo de 1994