VIENE DE LA PÁGINA 1 Nunca antes el grado de coincidencia fue tan grande, pero las circunstancias que rodean al preacuerdo inducen a tomar ciertas cautelas. De entrada, por algo será que la Confavc ha decidido no desconvocar la campaña hasta que la polémica ley de ordenación y gestión del agua entre en vigor. Asimismo, aguarda a que el recibo que sustituya al actual llegue a los usuarios tan ligero de tasas y de tributos como le han prometido. Es decir, que sólo aparezca en la factura el importe del agua consumida, el canon hidráulico y el IVA. Cuando así sea, el movimiento vecinal enterrará el hacha de guerra. El presidente de la Confavc, Alfredo Vela, calificó de "cambio sustancial" la postura del Gobierno de CiU en lo relativo a retrotraer la tarifa del consumo de agua a los precios que regían en 1990. Hace nueve años, en el recibo no figuraban el canon hidráulico, ni la tasa medioambiental de gestión de residuos (Tamgrem) ni ningún otro tributo similar. Fue a partir de la ley del agua que entró en vigor en 1991 cuando la factura de este suministro básico se convirtió en un cajón de sastre al que fueron a parar distintos impuestos. Los promotores de la campaña arrancaron entonces la protesta aprovechando el descontento vecinal por los aumentos registrados. Respecto a la Tamgrem, que corresponde a la Entidad Metropolitana del Medio Ambiente, el escrito firmado ayer recoge el compromiso de retirarlo del recibo el año 2000 y negociar los nuevos criterios para el futuro. Tampoco hay avances en la tasa del alcantarillado que cobra el Ayuntamiento de Barcelona, y sobre la que la municipalidad no está dispuesta a negociar, según hace constar dicho documento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de mayo de 1999