ITALIA 71 / YUGOSLAVIA 62Italia, que el jueves había destrozado a Rusia, dio ayer la gran sorpresa y se impuso a Yugoslavia por 71-62. El equipo italiano dominó desde el principio hasta el final y demostró su enorme capacidad para competir al máximo nivel. Esta vez fueron Fucka y Meneghin los encargados de aniquilar al gran equipo yugoslavo, que cayó con estrépito ante su incapacidad para suplir las ausencias de sus bases naturales, Djordjevic y Obradovic, lesionados. Los italianos se dispararon en el marcador en la primera parte y llegaron a una ventaja de hasta 18 puntos, 37-19, después de un triple de Galanda. Los yugoslavos, a pesar de que dominaron en el rebote, no encontraron soluciones ante la extraordinaria defensa de Italia. No tuvo Yugoslavia más recursos que los lanzamientos y penetraciones de sus jugadores exteriores -Scepanovic, Bodiroga y Danilovic- pero no encontró puntos dentro de la zona, donde entre Divac, Tomasevic y Tarlac tan sólo sumaron 12 tantos. Los yugoslavos llegaron a tener un pequeña posibilidad de remontar cuando a siete minutos para el final un triple de Scepanovic los puso por delante en el marcador, 55-57. Pero Italia reacciónó y ratificó su superioridad ayer sobre los yugoslavos. Los italianos le tienen la medida tomada a Yugoslavia, a la que ya derrotaron en las fases previas del Europeo de 1997 -aunque luego perdieron ante ese mismo rival en la final- y en el Mundial de 1998.
Italia: Meneghin (16), Chiacig (0), Myers (11), Fucka (17), De Pol (2); Bonora (0), Basile (2), Galanda (12), Marconato (5) y Abbio (6)
23 canastas de 47 lanzamientos. 7 de 14 triples. 18 de 24 tiros libres. 20 rebotes. 24 faltas personales.Yugoslavia: Bodiroga (17), Danilovic (14), Loncar (5), Tomasevic (4), Divac (8); Scepanovic (12), Lukovski (0), Tarlac (0) y Topic (2). 20 canastas de 36 lanzamientos. 2 de 7 triples. 20 de 31 tiros libres. 30 rebotes. 23 faltas personales. Árbitros: Virovnik (Israel) y Brazauskas (Lituania). Pabellón de Bercy. 14.000 espectadores.
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La actuaciónde Andrea Meneghin, el hijo del mítico Dino Meneghin, ofreció una espectacular lección de inteligencia. Alineado en el puesto de base a pesar de que en Varese, su equipo, acostumbra a actuar de alero, Andrea, catalizó el juego italiano y le dio al partido el ritmo que en cada momento más le convenía a los suyos. Dino jugó contra España la final de 1983. Su hijo Andrea, 16 años después, estará hoy también en la final contra el equipo español. Yugoslavia vio ayer cortada su extraordinaria racha de triunfos, con seis títulos en sus siete últimos torneos. Habían ganado los cuatro últimos Europeos en los que habían participado (1989, 1991,1995 y 1997). Sólo se les había escapado el de 1993 en Alemania porque fueron excluidos a causa del boicot impuesto por la ONU a raíz de la crisis que se vivía en los Balcanes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de julio de 1999