La polémica generada por las opciones sobre acciones (stock options) de Telefónica ha obligado al Gobierno a endurecer la fiscalidad de estos incentivos, que permitirán a 100 directivos de la compañía repartirse entre 30.000 y 40.000 millones de pesetas. El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, anunció ayer que ha dado instrucciones a la Dirección General de Tributos para que revise la fiscalidad de esta polémica figura. Aunque la fórmula concreta aún está en estudio, fuentes de Hacienda señalaron que se trata de penalizar fiscalmente a aquellos directivos que reciban unos incentivos que superen su sueldo habitual en un porcentaje determinado.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 1999