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A DEBATE

¿Es bueno que los goles coticen en Bolsa?

Varios clubes de fútbol, entre los que está el Espanyol, se preparan para salir al mercado bursátil

Barcelona
La posibilidad legal de que los clubes de fútbol, convertidos en empresas, puedan cotizar en Bolsa está provocando las primeras discrepancias sobre si estas sociedades -que producen goles y mueven jugadores en lugar de mercancías- deben mantenerse fuera del mercado bursátil o romper con el pasado y aprovechar la financiación que comporta su presencia en él. Mientras que los contrarios a cambiar el actual status temen que los clubes acaben controlados por multinacionales, los partidarios de salir a cotizar destacan que obtendrán ganancias porque podrán crecer con el chorro de capital que permite la Bolsa y la mejora de la gestión que impone el mercado de capitales.

Prestigio e imagen de marca, liquidez y financiación son algunas de las razones en las que se basan los clubes que ya están dando pasos para salir a cotizar en Bolsa. La fecha en la que se inicia la carrera hacia el mercado bursátil es el 31 de enero de 2002.Lo que aquí será novedad ya es habitual en otros países. En el Reino Unido, la cuna del fútbol, cotizan en Bolsa una veintena de clubes, con el Manchester United a la cabeza.Y en toda Europa, clubes tan importantes como el Ajax de Amsterdam, el Bayern Múnich, el Paris Sant-Germain y el Lazio, entre otros. El último ha sido el Borussia Dortmund, que ha sido valorado en unos 39.000 millones de pesetas.

Los clubes españoles que están estudiando su inminente salida al parqué son, por el momento, el Espanyol, el Valladolid, el Valencia, el Mallorca, el Zaragoza y el Deportivo.

Los goles, los fichajes y los traspasos de jugadores serán decisivos a la hora de marcar la pauta de un club de fútbol. Como señala un reciente informe de la Liga Profesional de Fútbol, Un gol al futuro, "la influencia de los clubes de fútbol en la Bolsa se pone de manifiesto al día siguiente de jugarse los partidos". Un par de ejemplos. Cuando el Lazio sorprendió la pasada temporada ganando al Inter de Milán, las acciones del club de Roma subieron por encima de la barrera del 15%, el máximo de aumento permitido en una sola sesión, que también rige en la Bolsa española. Y cuando el Lazio fichó en su día a Vieri, entonces en el Atlético de Madrid, por unos 4.000 millones de pesetas, las acciones del club ganaron un 7%, mientras que la lesión de este delantero provocó un descenso de las acciones del 5%.

Tomás Térmens, de la sociedad Profútbol 2002, que asesora al Espanyol con vistas a su salida al mercado bursátil, defiende esta opción porque "tener financiación en Bolsa es mejor que endeudarse. Hay que pagar dividendos según los beneficios que se obtengan, pero no devolver créditos ni intereses", dice. Pero la consecuencia más importante que traerá la Bolsa es, según Térmens, que "los clubes se verán obligados a mejorar la gestión". "Queda claro que la gestión será cada vez más importante y los fichajes deberán debatirse y aprobarse con mayor rigor económico. Eso hará que el papel del entrenador quede más circunscrito a su área", añade.

"La salida a Bolsa es positiva porque permitirá a las empresas obtener recursos y actualizar el valor de los clubes", dice Joan Antoni Sánchez Carreté, asesor de la Liga Profesional de Fútbol. "Pero también va a impulsar una mejor gestión", recalca.

Existe en algunos clubes una seguridad absoluta en que, a través de una mayor profesionalización, pueden multiplicar sus beneficios. Los analistas que trabajan en la salida a Bolsa del Espanyol consideran, por ejemplo, que aunque tiene una deuda de unos 5.500 millones de pesetas, está en disposición de ganar unos 1.500 millones de pesetas anuales dentro de cinco años. Estos cálculos se realizan sobre la base de un informe de la firma Norcotel, según la cual los ingresos de los clubes de fútbol de la Unión Europea entre los años 2005 y 2008 diblarán los que tienen en la actualidad. Pero nadie se atreve a anticipar qué valor tendrá el Espanyol en su salida al mercado bursátil.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de diciembre de 2000