El sábado al mediodía, al coronar la cima del Balandrau, Maria Àngels Belsa habló por teléfono móvil con su hijo. Le dijo que habían coronado la cima y que se dirigían a comer a Tregurà, lugar donde habían dejado sus vehículos antes de emprender la excursión. Ninguna amenaza parecía acecharles. No se sabe cuánto tiempo tardaron en emprender el descenso. Pero el cuerpo de sus dos compañeros de ascensión ha sido encontrado a menos de 100 metros de la cima. Allí les clavó la tormenta de viento y nieve y no consta que pudieran llamar para pedir auxilio.
Un carrete de la cámara fotográfica que llevaba uno de los dos montañeros rescatados demuestra lo súbito del cambio de tiempo. Las fotos fueron reveladas para ver si podían aportar datos para el rescate de los demás y en ellas aparecen los montañeros durante la ascensión al Balandrau con buen tiempo y unos paisajes espléndidos, muy distintos a los que ahora pueden ver los equipos de rescate.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de enero de 2001