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Una intensa niebla provoca el caos en el aeropuerto de El Prat

El aeropuerto de El Prat vivió ayer una jornada caótica. Un caprichoso episodio de niebla que se asentó durante buena parte del día sobre el cielo del aeródromo, mientras en Barcelona y su área metropolitana lucía el sol, provocó cancelaciones de un gran número de vuelos, desvíos de muchos otros e importantes retrasos en aquellos que, como mal menor, podían despegar o aterrizar

A las siete de la tarde de ayer 131 aviones -53 en operaciones de llegada y 78 de salida- se habían quedado fuera de la programación prevista y tuvieroan que ser cancelados, mientras otros 36 vuelos habían tenido que ser desviados a otros aeropuertos del arco mediterráneo, preferentemenete a los de Girona y Reus.

La climatología jugó una mala pasada a la dirección del aeropuerto de El Prat y a los responsables de las compañías aéreas. La niebla se formó en la madrugada junto al litoral y no remitió hasta bien entrada la tarde. En ocasiones, desaparecía y al cabo de poco volvía aparecer.

Ante esta situación, los responsables del control aéreo tuvieron que extremar las medidas de seguridad. Como en otras ocasiones, se dio prioridad a las llegadas, es decir, a dar entrada a los aviones que sobrevolaban el espacio aéreo barcelonés. Cuando la plataforma estaba totalmente ocupada, se iban ordenando los despegues. Las compañías tuvieron que trastocar así su programación constantemente, mientras las colas de pasajeros afectados se hacían cada vez más largas ante sus mostradores.

Las primeras anulaciones de vuelos se registraron hacia las seis de la madrugada, hora a la que el aeropuerto empieza a operar. Más tarde, las dos pistas de El Prat llegaron a funcionar bajo mínimos en muchos momentos de la jornada. La ruta más afectada por la densa niebla fue el puente aéreo Barcelona-Madrid, que permaneció cerrado durante toda la mañana.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de marzo de 2001