Hacía tres años que rondaba por las cabezas de los responsables de la Hacienda de Vizcaya la idea de difundir la historia del Concierto Económico. El resultado de tanto cavilar es la exposición que ayer se inauguró en Bilbao bajo el título 500 años de Hacienda foral. Historia y sensaciones, que organizan también la UPV y la Universidad de Deusto.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 30 de junio en la plaza de Bizkaia, tiene su misterio. Los organizadores no han dejado que cámaras ni reporteros gráficos entren al recinto y han pedido a los periodistas que no desvelen el contenido de la exposición. Se trata de mantener la sorpresa para que el público realice el curioso recorrido sobre los entresijos del Concierto Económico sin ideas preconcebidas.
'Cuando se estrena una película, nadie cuenta el final', explica el responsable de prensa del departamento que dirige Javier Urizarbarrena. 'Para mí es una cuestión de respeto por el público', apostilla Manuel Vicente, uno de los artistas y creativos de El Cajón, que ha diseñado la muestra. Vicente, Montse Gómez y Pedro Rojo, el trío que desde hace casi 20 años recrea la vista de quienes pasean por la Alameda de San Mamés con sus espectaculares escaparates de arte, recibió el pasado mes de septiembre el encargo de diseñar la exposición sobre el Concierto, que articula las relaciones tributarias y financieras entre las instituciones vascas y el Gobierno central, y la historia general de las peculiaridades hacendísticas vizcaínas.
'Lo difícil ha sido contar de de forma amable un tema tan árido como el del Concierto', comenta Pedro Rojo. 'Al principio, nos imaginamos que íbamos a trabajar con los típicos inspectores de Hacienda, pero no ha sido así. Han sido un cliente 10 y nos han dejado total libertad', añade.
La exposición es un itinerario de media hora de duración, que se realiza con cita previa y con dos guías que dirigen al público por los entresijos de la historia del Concierto. El recorrido se inicia en un vestíbulo colorista, una explosión cromática que arrastra al visitante de sala en sala a un mundo de sensaciones.
Pese a que se cuenta la historia económica y tributaria de Vizcaya, en toda la exposición sólo hay una cifra y apenas textos. Es una muestra eminentemente visual y con ciertos toques teatrales que 'tiene un carácter apolítico', insisten los responsables de la Hacienda vizcaína.
Los 1.000 metros cuadrados de exposición han costado 200 millones. Parte del dinero se ha ido en acondicionar 800 metros cuadrados de suelo público que estaba en desuso y en las tres toneladas de hierro, la tonelada de pintura, los 25 kilómetros de cable eléctrico y los 7.000 metros cuadrados de madera utilizados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de marzo de 2001