La crisis del avión espía parece haber alterado la opinión de los principales líderes del Congreso de EE UU sobre la venta de modernos equipos militares a Taiwan. Antes del conflicto que forzó el aterrizaje del aparato en la isla china de Hainan, los parlamentarios se inclinaban por una postura respetuosa hacia Pekín, que considera el territorio taiwanés como parte inseparable de China. El Congreso se muestra ahora favorable a la venta de armamento al Gobierno de Taipei y reclama firmeza al presidente George W. Bush una vez que los tripulantes del avión espía han regresado con sus familias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de abril de 2001