Desde el PNV, su portavoz en el Congreso, Iñaki Anasagasti, señaló que la propuesta de Rodríguez Zapatero 'tiene matices'. 'Lo que se agradece en un momento en que sólo recibimos manotazos', añadió. No obstante, Anasagasti señaló que 'el PNV no puede renunciar a su ideología, pero sí puede pactar un programa de Gobierno cuya base sea lograr el final de ETA y la recuperación del Estatuto'.
La base de la oferta del secretario general del PSOE al PNV está recogida del preámbulo del Pacto por la Libertad y contra el Terrorismo que selló con el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PP, Javier Arenas. Un apartado de dicho preámbulo señala: 'Asimismo, la ruptura del Pacto de Estella y el abandono de sus organismos constituye, para el PP y el PSOE, un requisito imprescindible para alcanzar cualquier acuerdo político o pacto institucional con el PNV y Eusko Alkartasuna'.
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Por esta causa, Arenas no criticó ayer la posición adelantada por Rodríguez Zapatero, aunque considera 'inoportuno' hacerla pública antes del 13 de mayo. El PP, según reafirmó Arenas, juega fuerte la apuesta por un Gobierno con el Partido Socialista de Euskadi (PSE), que ve 'posible y deseable'. 'Nuestra aspiración no es un Gobierno tripartito [con el PNV y PSE] sino gobernar y que haya un cambio'.
Arenas recordó la oferta electoral del PNV: el soberanismo. De ahí su escepticismo sobre que ese partido regrese, tras las elecciones, a las posiciones del Estatuto. 'Si lo hiciese, si el PNV asumiese las posiciones del ex lehendakari José Antonio Ardanza, si renunciase al Pacto de Lizarra, podría dialogarse con él. Pero no creo que Arzalluz, Egibar o Ibarretxe estén dispuestos a ello'. El PP cree que si el PNV y EA les superan a ellos y al PSE en las urnas no habrá cambio en Euskadi y en el supuesto de que perdieran, y rectificaran, tampoco creen que asumirían una posición subalterna en un Gobierno liderado por el PP y PSE.
A su vez, Rodríguez Zapatero, con su propuesta, reafirmó el propio espacio del PSE como partido bisagra, y no descarta que su posición pueda abrirse paso el 13-M en determinadas condiciones, especialmente si los resultados obligaran al PNV a rectificar.
El líder de IU, Gaspar Llamazares, dijo ayer que después de las elecciones vascas todas las fuerzas políticas que no defienden la violencia deben sentarse a dialogar para lograr un Gobierno con apoyo suficiente.
En cuanto al PNV, su presidente, Xabier Arzalluz, dijo que no descarta una coalición con el PSE, pero que son ellos quienes la desprecian al poner unas condiciones que calificó de inaceptables, informa Pedro Gorospe. En su opinión, la exigencia del PSE es decir que el PNV cambie lo que los socialistas llaman 'tesis soberanistas'. A juicio del líder peneuvista, esto supone un síntoma de 'prepotencia'.
Los dos candidatos del PP y el PSOE, Jaime Mayor y Nicolás Redondo, coincidieron ayer en la presentación del libro Estado de excepción. Vivir con miedo en Euskadi, de Iñaki Ezkerra, del Foro Ermua. Ambos responsabilizaron al PNV de la falta de libertad existente en el País Vasco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de abril de 2001