Un año más, la partida destinada a inversiones de la Consejería de Sanidad fue durante el año pasado una de las principales víctimas del recorte que acometió Hacienda a la redacción inicial de los presupuestos valencianos. Frente a una suma de 17.459 millones de pesetas, el capítulo VI -destinado a inversiones para la construcción de centros de salud o atención primaria, dotación de alta tecnología, reformas o equipamiento- vio reducida su cifra final a 10.854 millones, un 38% menos de lo establecido inicialmente. De acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria de 29 de diciembre pasados, a final del ejercicio pasado un 6% de los 10.854 millones no habían sido gastados.
Otro de los apartados que sufrió notablemente las tijeras de Hacienda fue el capítulo VII, que recoge las transferencias de capital. El presupuesto inicial de 1.704 millones de pesetas se redujo a 577 millones, menos de la mitad de la suma inicial.
La diputada socialista en las Cortes María José Mendoza apuntó ayer que estas cifras demuestran la 'gestión ineficaz, incompetente y engañosa' del Consell en materia sanitaria ya que 'no garantiza la inversión en infraestructuras necesaria para poder ofrecer servicios de calidad'. Mendoza advirtió que con estas reduciones de gasto en equipamiento y nuevos centros, 'el despertar del Gobierno del Partido Popular será muy duro'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de abril de 2001