La Guardia Civil ha desarticulado en Navarra una banda mafiosa compuesta por once ciudadanos lituanos a los que acusa de extorsión, detención ilegal, omisión del deber de socorro y amenazas con arma blanca hacia compatriotas sin papeles. Los detenidos, según la información policial, cobraban 300 dólares a cada inmigrante en concepto de seguridad y apaleaban salvajemente a quienes se negaban a pagar el chantaje.
Aunque las prácticas mafiosas se han llevado a cabo en Navarra, creando un auténtico clima de terror en las explotaciones agrícolas del sur de la comunidad, la Guardia Civil investiga si los arrestados actuaron en otras comunidades. En la misma operación, los agentes inspeccionaron una empresa agrícola de Tudela donde identificaron a 43 trabajadores irregulares que, en su mayoría, habían sido extorsionados. La empresa ha sido conminada a regularizar la situación de todos ellos. La investigación comenzó a raíz de la paliza recibida por un lituano a mano de compatriotas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de mayo de 2001