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El Barça ya tiene plaza en la final

El Barça ya está en la final, donde se ha metido sin concesiones, sin perder un partido. Ayer tuvo que hacer frente a la enorme casta del Unicaja. Después de perder los dos primeros partidos en Barcelona, el equipo de Maljkovic nunca estuvo dispuesto a rendirse, pero de su encomiable empeño sólo obtuvo una prórroga. Cinco minutos más de agonía. Cayó heroicamente, intentando frenar a un equipo que cuando se jugó al baloncesto con fluidez demostró ser nítidamente superior.

Fue un partido trabucado, cargado de nervios, que los dos equipos se empeñaron en llevar al ricón y allí surgieron dos colosos, Roberto Dueñas y Pau Gasol para sentenciar la eliminatoria. Cuando el Barça metió balones bajo los tableros dominó el partido con facilidad, cuando se empeñó en disputarlo más allá de la lína de 6,25, se lo entregaba al rival porque su nivel de acierto fue alarmante. Eso sí, Karnisovas y Gasol supieron acertar en los triples para forzar la prórroga primero y para poner ventaja después.

Unicaja perdió por 3-0, pero no por ello hay que desmerecer a un equipo seriamente mermado por la baja de Weis, con un dedo fracturado, y que jugó con Mrsic mermado por su lesión en un hombro. En el tercer cuarto pidió el cambio porque no podía más. Todo Unicaja acabó exhausto.

El Barça, que empezó incomodado por la defensa del Unicaja, dio un importante arreón cuando reboteó y corrió al contraataque (29-41 m.18), pero con tesón, con marcajes extenuantes, con coraje por encima de otro recurso, Unicaja se repuso, igualó el marcador tantas veces como el Barça se fue e incluso llegó al minuto final por delante. Pero emergió Gasol. En la prórroga, el Unicaja apenas tuvo fe con Vázquez, que revolucionó el partido con sus triples, y Sonko eliminados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de junio de 2001