Los psiquiatras que analizaron a Koldo Larrañaga tras ser encarcelado por el asesinato de la abogada vitoriana Begoña Rubio declararon ayer en el juicio que el acusado 'no padece trastorno mental alguno', aunque su personalidad presenta rasgos 'narcisistas, antisociales y un componente agresivo-sádico'.
Los psiquiatras y psicólogos que declararon ayer en la Audiencia de Vitoria en la fase pericial de la vista agregaron que Larrañaga colaboró 'perfectamente' en la realización de las pruebas y resaltaron su alto coeficiente intelectual (130, 'muy superior a la media general que ronda entre 85 y 110').
Otros peritos exhibieron el rosario de pruebas que ligan al acusado con el crimen, cometido en mayo de 1999: un palillo hallado sobre el cuerpo de la joven con sangre de ésta y restos de saliva de Larrañaga; marcas de sus zapatos, encontrados en Madrid con residuos orgánicos de Rubio y huellas dactilares.
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Los forenses, mientras, describieron la forma en que se produjo la agresión a la abogada y los detalles de la muerte. Rubio recibió un total de 17 puñaladas que fueron asestadas durante un tiempo máximo de un minuto y que alcanzaron a varios de sus órganos vitales. Tres de ellas -una que le seccionó la vena pulmonar, un corte en la médula espinal y la herida en la yugular- eran por si solas mortales. El cadáver fue hallado en medio de un charco de sangre y con la falda y las bragas bajadas, a pesar de que no se apreciaron signos de agresión sexual.
Tras quedar completada la fase pericial, los letrados de las partes expondrán hoy sus conclusiones finales, con lo que la vista dará paso a la deliberación del jurado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de junio de 2001