Los interventores de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entraron ayer en las oficinas de la agencia de valores Gescartera, sita en Madrid y en la que participa la Fundación ONCE con el 10%. La intervención se produce como consecuencia de que la contabilidad presentada ante la CNMV da indicios de pasar por una situación "excepcionalmente grave". La operación durará varios días hasta obtener más información.
Los datos aportados por Gescartera no permiten al organismo supervisor hacerse una clara idea de la situación económico-financiera de la agencia de valores, que anunció en el primer trimestre un beneficio de 1,33 milones de pesetas.
La intervención, la primera desde 1995, ha afectado también a Gescartera Gestión, sociedad dedicada a la gestión de instituciones de inversión colectiva (fondos, SIM, SIMCAV).
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La agencia, presidida por Pilar Giménez-Reyna, tropezó hace unos meses con la supervisión prudencial de la CNMV, momento en que se detectaron irregularidades, sin que los gestores dieran una respuesta satisfactoria, pese a los sucesivos requerimientos. "Han sido muchos días de idas y venidas, y de preguntas respondidas siempre a medias", apuntó un portavoz de la CNMV.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de junio de 2001