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Crónica:Última jornada de Liga | FÚTBOL

El Deportivo festeja el segundo puesto goleando al Málaga

Este año no hubo título, pero Riazor volvió a despedir la temporada con aires de fiesta. La confortable victoria del Deportivo lo confirmó en la segunda plaza, que permite al cuadro gallego disputar la Liga de Campeones, por segunda temporada consecutiva, sin pasar por la fase previa. Un notable logro para un club consolidado entre los grandes, pero separado aún de ellos por una considerable distancia económica que realza más los logros deportivistas. Riazor sabe que no puede exigir a su equipo un título todos los años, y se dedicó a disfrutar del subcampeonato.

DEPORTIVO 4| MÁLAGA 0

Deportivo: Molina (Songo'o, m. 80); Manuel Pablo, Donato, Naybet, Capdevila; Valerón, Mauro Silva; Víctor, Djalminha (Duscher, m. 78), Fran; y Makaay (Pandiani, m. 65). Málaga: Contreras; Josemi, Sanz, Bravo, Roteta; Rufete, De los Santos, Movilla (Sandro, m. 54) , Musampa (Agostinho, m. 54); Dely Valdés (Canabal, m. 75) y Darío Silva. Goles: 1-0. M. 8. Makaay regatea a Contreras y su centro desde la línea de fondo lo cabecea Djalminha. 2-0. M. 48. Djalminha remata en semifallo un centro desde la derecha de Víctor. 3-0. M. 55. Makaay, de tiro cruzado tras aprovechar un rechace de Contreras. 4-0. M. 79. Pase de Valerón, Víctor se da media vuelta y bate a Contreras por la escuadra. Árbitro: Pérez Lasa (colegio vasco). Amonestó a Darío Silva. Unos 35.000 espectadores en Riazor.

El público estaba predispuesto, pero los futbolistas tardaron en acudir a la fiesta. El Deportivo marcó muy pronto, aprovechándose de un error de Contreras. El gol tiró abajo la estrategia del Málaga, programado para el contragolpe. El conjunto de Peiró tenía una remota esperanza de clasificarse para la UEFA si ganaba en Riazor, pero no terminó de recuperarse de la prematura herida que le infligió Djalminha. Hasta el descanso, el Depor se amodorró entre toque y toque, y el rival tampoco hizo mucho por despertarlo de la siesta, porque apenas esbozó un par de zarpazos que no sobresaltaron el descanso blanquiazul.

Djalminha volvió a madrugar en la segunda parte con un gol que fue como el chupinazo que dio inicio a la fiesta. El Málaga se borró hasta convertirse en testigo de la comilona local.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de junio de 2001