El terrorismo es lo único que 'perturba' las 'libertades y la convivencia' en España, según José María Aznar. Tras un preámbulo de casi cinco minutos de un discurso de una hora y dos minutos, el presidente del Gobierno arrancó con el terrorismo. Dedicó a esa 'verdadera empresa criminal' cinco minutos y 20 segundos, y concluyó que éste no responde a ningún conflicto político: 'El terrorismo es el conflicto'. En sólo 42 minutos, José Luis Rodríguez Zapatero pasó revista a una veintena de epígrafes. Arrancó con tres minutos y 20 segundos de defensa de la Constitución y de 'los que la hicieron posible'. Tras ese preámbulo, también habló de terrorismo para defender, en dos minutos y 10 segundos, el pacto antiterrorista: un acuerdo que pretende 'secar la fuente de la esperanza a los violentos'.
La educación, por tiempo empleado, fue clave del discurso de ambos. Aznar le dedicó cinco minutos y ocho segundos. Empezó por las aulas, donde 'a los docentes les resulta difícil transmitir conocimientos', y llegó hasta la universidad para apuntar sus reformas sobre calidad de la enseñanza, formación profesional y universidades. Zapatero dedicó tres minutos y cuatro segundos a la educación. Admitió que Aznar lleva razón de que 'hay tensión en las aulas', pero acusó de ello al abandono de la 'educación pública'.
El empleo ocupó al presidente cuatro minutos y medio. Para decir que había mejorado y para recordar a los agentes sociales que 'tienen que ser los más interesados' en reformar el sistema de negociación colectiva. La creciente precariedad en el empleo ocupó a Zapatero dos minutos y 10 segundos. Calificó la reforma laboral del Gobierno de 'regresiva'; dijo que España está 'a la cola del gasto social' y que la solidaridad social queda en manos de las 'familias' y de las mujeres, que ven así dificultado su acceso al mercado laboral.
Aznar dedicó dos minutos y 45 segundos a la inmigración. Dio cifras: 1,1 millones de inmigrantes; 550.000 que cotizan a la Seguridad Social, y 140.000 'hijos de inmigrantes' escolarizados. Zapatero le dedicó cuatro minutos y 20 segundos. Dijo que la ley es papel mojado y se felicitó del 'cambio de actitud' del Gobierno desde la llegada de Mariano Rajoy a Interior.
Más tiempo, tres minutos y 21 segundos, ocupó la reforma de la Justicia. Aznar aprovechó para agradecer la 'responsabilidad' del PP y el PSOE al suscribir ese 'ambicioso pacto'. Zapatero se felicitó, en un minuto y 40 segundos, de la firma porque es 'un mensaje de confianza a la sociedad'.
Aquí acabaron los calificativos positivos del PSOE. Las críticas a la tendencia 'a peor' en cohesión social, en modernización de España, y en el respeto a los valores cívicos duraron unos cinco minutos. Con la frase 'usted riñe mucho y tolera poco', Zapatero pasó revista a los distintos enfrentamientos que Aznar ha tenido con distintos sectores sociales, entre los que no citó el Plan Hidrológico Nacional. Sí lo hizo Aznar: una frase en una intervención de dos minutos y medio dedicada al medio ambiente.
Aznar anunció, en dos minutos y 34 segundos, una reforma del impuesto de sociedades y recordó que la rebaja del IRPF se hará el próximo año para que entre en vigor en 2003. La situación económica y la inflación sólo ocupó 49 segundos del discurso de Zapatero.
La cultura, a la que Aznar dedicó 19 segundos, se llevó el último anuncio fiscal del Gobierno: una nueva ley de fundaciones y mecenazgo para que España sea 'el país de Europa con un mejor tratamiento fiscal' a los mecenas. Zapatero, en cambio, dedicó casi tres minutos a la falta de impulso público a la cultura, con una petición: que todas las televisiones públicas, también las autonómicas, dejen de emitir 'programas chabacanos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de junio de 2001