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Sorpresa por la hostilidad de Riazor

Quién ha visto a Riazor y quién lo ve. Hace poco más de diez años, con el Deportivo vagando por Segunda División, A Coruña era una furibunda sucursal madridista y el Teresa Herrera servía como una especie de liturgia para que la afición gallega diese rienda suelta a su pasión blanca. Pero muchas veces los amores desatados acaban en odios feroces, y algo de eso parece haber ocurrido en A Coruña, para sorpresa del propio Madrid.

Parecía lógico que los seguidores blanquiazules se volcasen anoche con su equipo, pero mucho más extraño resultó que el día anterior, en la semifinal entre el Madrid y el Cruz Azul, la grada recibiera de uñas al conjunto de Vicente Del Bosque y se pasara el partido jaleando a los mexicanos. El técnico madridista ya expresó el viernes su sorpresa por la reacción de Riazor y anoche, tras la derrota de su equipo, abundó en la cuestión. "Está claro que esto ya no es lo que era", manifestó el entrenador. "Yo, con toda modestia, invitaría a la afición del Deportivo a que reflexionase. ¿Cuál era la final del Teresa Herrera que más le convenía?. Yo creo que debería estar agradecida al Madrid por este partido".

Por lo demás, el técnico madridista y sus jugadores pasaron de puntillas por la derrota y se esforzaron en resaltar la supuesta progresión del equipo. "Al margen del resultado, ha sido un partido magnífico, a la altura de un choque en pleno campeonato", declaró Del Bosque. Preguntado por la gris actuación de Zidane, el técnico madridista volvió a refugiarse en los tópicos: "Lo importante es que él se acople al equipo y el equipo se acople a él. De momento, su adaptación está siendo magnífica".

Morientes también restó importancia a la derrota y subrayó que, a su juicio, el paso por A Coruña ha sido "una prueba satisfactoria para el equipo". "Quizá alguna gente pensara que íbamos a ganar siempre y eso no puede ser", manifestó el delantero repitiendo un mensaje habitual en su entrenador.

Si el Madrid se afanó por negar que se encuentre atribulado por su mediocre pretemporada, el Deportivo se limitó a constatar que, sin grandes fichajes, el equipo sigue funcionando a pleno rendimiento. "Da igual que entre un jugador y salga otro", explicó el presidente, Augusto César Lendoiro. "Tenemos un equipo muy compacto y esta temporada volveremos a luchar por todos los títulos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de agosto de 2001