Los inmigrantes que en Barcelona y Cuenca piden desde hace días su regularización han decidido, por separado y sin ponerse de acuerdo, rechazar las propuestas de la Administración. En Barcelona, los aproximadamente cien subsaharianos que fueron desalojados el lunes de la plaza de Catalunya han optado por seguir concentrados en la plaza Berenguer el Gran a pesar de la amenaza de expulsión. En Cuenca, el medio centenar de inmigrantes que el martes partió de Las Pedroñeras para pedir que se agilicen los trámites de sus expedientes y poder trabajar rechazó la oferta de la Subdelegación de revisar sus expedientes.
Aunque sin esconder su temor, los africanos de Barcelona permanecerán en la plaza Berenger el Gran donde, si no son desalojados, celebrarán esta tarde una concentración de protesta con el apoyo de sindicatos, asociaciones de vecinos, formaciones políticas y ONG. El Ayuntamiento de Barcelona insistió en que no tolerará que sigan ocupando un espacio público y, junto con la Generalitat, les ofreció alojamiento temporal en un albergue a las afueras de la ciudad. En asamblea, los africanos decidieron rechazar la oferta por considerarla "un caramelo para deportarlos". Según la Delegación del Gobierno, el 80% de ellos tiene un trámite de expulsión abierto hace meses y serán detenidos "dentro de 15 días o antes" para proceder a su expulsión.
En el caso de Cuenca, la Subdelegación intentó explicar a los 43 inmigrantes que salieron de Las Pedroñeras, y a los que luego se han unido 60 personas más, la documentación que cada uno de ellos necesitará para obtener su permiso de residencia. Los inmigrantes, que se negaron a entrar en la Subdelegación como se les exigía para realizar ese trámite, decidieron permanecer en la plaza de España. Tendrán diez días a partir de la notificación para adjuntar los documentos que les faltan -en casi todos los casos una oferta de trabajo-. Si no lo hacen, serán expulsados en 72 horas. A última hora de la tarde, los inmigrantes comenzaron una huelga de hambre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de agosto de 2001