El tridente se hará esperar. Carles Rexach, técnico del Barça, no alineó ayer simultaneamente al trío de delanteros formado por Rivaldo, Saviola y Kluivert al pedir el holandés ser relevado en el descanso por cansancio -jugó el miércoles con su selección- y sufrir molestias. Pero, pese a todo, el equipo mostró su capacidad ofensiva de siempre -tres goles y un poste- y las mismas lagunas endémicas en defensa. El Barça ya encajó tres goles ante el Wisla de Cracovia (3-4), en la ronda previa de la Liga de Campeones y ayer el Parma le marcó dos en un minuto. "No nos pueden hacer tantos goles y menos a balón parado", se lamentó Rexach, que ha reforzado la defensa con un portero y dos nuevos centrales.
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El Gamper respondió a las expectativas: Saviola marcó en su debut -dedicó el gol a su padre, fallecido hace dos semanas-, Christamval le imitó y luego Alfonso, que posiblemente viva sus últimos días en el Camp Nou. El club azulgrana, además, cerró anoche el traspasó del portero Arnau al Málaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de agosto de 2001