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La esposa del arzobispo Milingo acude a rezar ante el Vaticano en silla de ruedas

Maria Sung, la acupuntora coreana de 43 años que se casó en mayo pasado con el arzobispo zambiano Emmanuel Milingo, de 71, según el rito del reverendo Moon, se presentó ayer a rezar ante el Vaticano en silla de ruedas, en el quinto día de la huelga de hambre que mantiene en demanda de volver a ver a su esposo. Mlingo no se ha mostrado en público desde que el pasado día 7 fue recibido por el Papa y al día siguiente un portavoz de la Santa Sede anunció que el arzobispo había acatado por carta al pontífice la disciplina católica y aceptado dejar a su mujer y a los moonies.

"La señora Sung ya no puede levantarse y por eso acude así", declaró ayer el embajador surcoreano ante la Santa Sede, Yang Il-Bae, que desempeña el papel de mediador entre el Vaticano y el Vaticano. Horas antes Sung fue visitada por un médico en el hotel donde reside, junto a la plaza de San Pedro.

"A la Santa Sede le corresponde tomar una decisión y dar una respuesta a la señora Sung", estima el embajador.

Sin embargo, pese a las declaraciones del diplomático el pasado sábado que sugerían que el Vaticano podría arreglar una entrevista entre Milingo y Sung en los próximos días, la Santa Sede guardó ayer silencio.

Fuentes del Vaticano han afirmado recientemente que Sung rechaza toda posibilidad de que le sea mostrada la carta de reconciliación con el Papa de Milingo. Sung reitera que sólo aceptará ver personalmente a su marido y que, hasta que ello no suceda, proseguirá la huelga de hambre "hasta las últimas consecuencias". Sung sólo ingiere agua mineral.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de agosto de 2001