Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Sharon reconoce que comandos especiales matan a presuntos terroristas palestinos

'Israel ha encontrado la forma de tratar la cuestión de la seguridad', dice el primer ministro

El halcón Sharon expresó, por la televisión estatal israelí, su "fe en que ello también permita alcanzar una solución", y explicó que "el comando, que ha logrado un gran progreso y muchos éxitos, actúa contra el terrorismo sin que Israel se desacredite ante la comunidad internacional". "Se trata de numerosas actividades que la gente no conoce, como la detención de terroristas, los ataques contra ellos y la protección de las carreteras", añadió.

Quedaba por dilucidar ayer si tres de los muertos palestinos enterrados ayer -un padre y dos de sus hijos- habían sido las últimas víctimas de esa "política de comando" israelí. Los palestinos afirman que Samir Abu Zeid, dirigente local del Comité de Resistencia de la Intifada en Rafah (Gaza), y dos de sus hijos, una niña de seis años y un niño de siete, murieron por el disparo de un cohete del Ejército israelí que destruyó la casa en la que se encontraban y causó heridas a otras nueve personas, entre ellas su esposa y sus demás hijos.

En una primera reacción, el portavoz del Ejército israelí, el general Ron Kitri, atribuyó el derrumbe a un obús de mortero disparado por los palestinos contra un asentamiento judío vecino y que cayó por error en su casa. Horas más tarde, el portavoz militar aseguraba que "la verdad incuestionable" es que Abu Zeid había fallecido cuando manipulaba dinamita o preparaba una carga explosiva.

El Ejército israelí reconoció ayer que sus soldados habían matado por error a una de las otras cuatro víctimas mortales del domingo cuando compraba libros de texto para sus hijos.

Siete palestinos muertos que son siete capítulos sangrientos de una crisis a la que no se ve salida. El Consejo de Seguridad de la ONU y el el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, intentaban ayer restaurar los puentes entre israelíes y palestinos, y frenar 11 meses de enfrentamientos, que ya se han cobrado cerca de 600 vidas palestinas y casi 150 de israelíes. Otros 10 palestinos fueron heridos ayer, dos de ellos de gravedad, en enfrentamientos con soldados israelíes en Gaza y Cisjordania.

El pasado fin de semana se añadieron al conflicto las propuestas maquiavélicas del viceministro israelí de Seguridad Interior, Guideon Ezra, que, pese a su gravedad, hasta ayer nadie había condenado y sólo desencadenaron una suerte de debate académico acerca de su conveniencia. Ezra, ex subjefe de los servicios secretos internos (Shin Bet), propuso "causar daño a las familias de los terroristas suicidas y no sólo demoler sus casas, porque eso no es suficiente, ofrecer un premio en dinero para quienes brinden información sobre ellos y enterrarlos envueltos en piel de cerdo o con sangre de cerdo para volverlos impuros".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de agosto de 2001