Unas horas después, un colono israelí moría al ser alcanzado en la cabeza por disparos palestinos en una carretera entre los asentamientos cisjordanos de Alón Moré y de Itamar. También fue herido un colono del asentamiento de Guilo, cerca de Jersusalén. Los enfrentamientos en los alrededores de la capital se recrudecían anoche, y los blindados del Ejército israelí volvían a invadir zonas autónomas de Belén y del sur de la franja de Gaza, en respuesta a ataques provenientes de esos sectores.
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La oficina de Alí Mustafá, que quedó destrozada, se encontraba a pocos metros de la que tiene en Ramala el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, quien habitualmente vive en Gaza. El FPLP es el segundo grupo en importancia de los ocho que forman la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), cuyo líder es Arafat. Alí Mustafá integró hasta hace algunos años su Comité Ejecutivo.
Fuentes gubernamentales israelíes dijeron que "para la eliminación de Abu Alí Mustafá no fue necesaria una decisión especial del Ejecutivo porque el gabinete reducido para asuntos de seguridad había aprobado acciones de ese tipo hace varias semanas". Pero en la noche del domingo se celebró una reunión de la llamada cocinilla -de la que forman parte cuatro ministros, mientras que el citado gabinete reducido está integrado por 13 y el Ejecutivo por 28- en la oficina que tiene en Tel Aviv el jefe de Gobierno, Ariel Sharon.
Un portavoz del Ejército dijo que "el cuartel general del FPLP en Cisjordania es responsable de decenas de atentados contra israelíes, entre ellos varios con coches bomba". Según el portavoz, el último fue el atentado frustrado en el centro de Jerusalén Oeste, la semana pasada. En esa ocasión estalló una pequeña carga explosiva debajo de un coche, y cuando los artificieros se dirigieron al lugar de los hechos descubrieron una segunda carga que debía explosionar -lo que, debido a un fallo, no ocurrió- cuando hubiera numerosas personas cerca del coche.
Alí Mustafá militó en el FPLP desde que en 1969 lo fundó George Habash, su líder hasta que hace poco más de dos años dimitió por razones de salud. Lo sucedió Alí Mustafá, que hasta entonces había sido la mano derecha de Habash en Siria. El líder asesinado regresó y se instaló en Ramala en 1999. En Israel señalaban que lo autorizaron a ello una vez que la ANP y Arafat prometieron "neutralizarlo e impedir que llevara a cabo actividades antiisraelíes". Pero, según fuentes militares de Israel, "Alí Mustafá aprovechó toda oportunidad para continuar la lucha armada".
Un miembro de la dirección política del citado frente marxista en Damasco, Máher Táher, aseguró ayer que "el asesinato no quedará sin respuesta, llevará a una escalada de las operaciones contra Israel y se lanzará una gran represalia". Las organizaciones radicales palestinas llamaron a la venganza.
Nabil Abu Rudeina, portavoz de Arafat, declaró que "el asesinato de Alí Mustafá es un hecho peligroso", y que "la política israelí de asesinatos recibió luz verde de EE UU, que empuja a Israel a una nueva espiral de violencia". George Bush dijo el pasado fin de semana que "Arafat tiene que luchar más contra el terrorismo [palestino]", lo que indignó a la ANP al tiempo que satisfizo a los gobernantes israelíes. No obstante, la Casa Blanca volvió a condenar ayer los "asesinatos selectivos" y dijo que son responsables de una mayor escalada de violencia.
El asesinato fue condenado por los gobernantes del mundo árabe, que coincidieron en que "traerá más derramamientos de sangre". También recibió censuras de la izquierda israelí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de agosto de 2001